lunes, 30 de noviembre de 2009

Como te extraño... te extraño tanto que los gusanos ya se han comido mi cerebro por tanto tiempo que te he esperado.
Me hundí y salí para buscarte... buscar algo que ya no está aquí,
buscar el calor de tus palabras, tus consejos y tu olor a tabaco.
Hoy mientras hurgaba en mis pertenencias más intimas la encontré estaba ahí, colocada de manera perfecta como jamás se veía hermosa... Detrás tuyo, árboles y un arrollo alimentando aún más tesplendor, un cielo tan gris que me hizo llorar.
Quise adentrarme más en los recuerdos, recordarte a ti en la puerta con la luz sobre la espalda.







:D

sábado, 21 de noviembre de 2009

no titulo

Un antepasado común, raices que nos invaden, yo solo sé algunas palabras... jamás  aprendí, me gustaba ver como hacía toda clase de cosas, aprendí aunque después lo olvidé.
La mujer azul me perseguía, incluso me hacía correr entre las calles oscuras despavorida... abandonando a mi compañera a su suerte completamente ebria. 
Abrazándome en la oscuridad me azuzaba a hablar con ella, pero jamás tuve el valor de hacerlo. En vez de eso me ponía a tararear con terror una canción... las noches que llovía con fuerza me hundía en un sillón esperando a qué algo inesperado pasara,
pero nada pasó... ciertamente, no se si la cantaba bien o si sólo cuchicheaba incoherencias, creo que los segundo...

viernes, 20 de noviembre de 2009

❀✿ tlazojtla


 girasoles
flores amarillas









...

Ese día




Ese día volvió mi incierta fobia a los camiones. Llegué agitada al salón... y saliste, te asuste, sólo quería abrazar a alguién, pero decidí hacerme la fuerte, no era posible que mi patética fobia volviera.
Ese día estaba mareanda y asqueada, el vagido provocó qué mi miedo se volviera insoportable, me temblaban las piernas y al tomar el bote pude percibir el temblor de mi mano, así qué lo devolví a su dueño, algo apenada al ver que pudieron darse cuenta de la temblorina de mi mano.
Olvidé la traducción de nuestro trabajo de inglés. Toda la mañana me la pasé exprimiendo mi cerebro con geometría, (aghh, cómo aborresco geometría, aunqe nuestro profesor es agradable) ... tuve problemas ese día, la maestra  se avergonzó de nuestro trabajo sutilmente improvisado ... pero no me importó mucho, estaba demasiado atareada con el trabajo de geometría ... tanto que ni siquera me permitía un tiempo para ir al baño,  mi trabajo era sumamente deficiente y lo sabía ... y era lo qué más me ponía  nerviosa, toda la mañana para nada, estaba molesta con mi computadora, justamente ese día se tenia que poner roñosa ...
En toda la hora no llegó mi turno, así qué no fue tan malo pude corregirlo para el siguiente día, me estresé para nada.
Hoy ya pasada una semana de ese suceso, me detuve en la calle a tomar una foto, el cielo estaba despejado, ni una nube había en el cielo y ciertamente hacía un calor sofocante que no me permitía abrir los ojos con naturalidad. Tomé la foto pero no la vi y aún no la veo... pero no tengo curiosidad, eh sido muy pasiva estos días... y está  bien, pude imaginar su rostro enfadado diciéndome improperios trás su monitor, mirando mis escritos y diciéndome madres y medias, sonrreí con malicia al leer algo que escribió recientemente, no quise gastar el tiempo respondiendo a provocaciones tontas, y entonces pensé en cosas más agradables, los días pasaban y ya hacía más frío, necesitaba un día de frío para poder pensar con la brisa y hablar en el aire para que las palabras salieran huyendo lejos, allá donde las incoherencias son felices... tiene cierta razón ... que saben ellos de mis sentimientos.



martes, 17 de noviembre de 2009

Bayne II



En pleno invierno, escaceaba la comida y pronto uno de sus hermanos, enfermó de  neumonía  y murió poco después.  El otro hermano se fue de casa, dejándo detrás a su familia. El invierno cada vez se hacía más crudo y cruel. 
Su padre salía en busca de comida y un día ya no regresó
Pasaron los días y jamás volvió.
Bayne sólo miraba por su ventana viendo pasar los días, las horas, en la soledad de su casa, pensando en la fortuna que habrá tenido su padre allá afuera, en la suerte que ahora le depararía a ella. 

Al anochecer de uno de esos largos días se fue a dormir a su habitación muy triste por la soledad, durmió un poco,  despertó y ahí estaba otra vez... ahora lo pudo ver con claridad, estaba dentro de su casa observando todo al rededor, el extraño ser se sentó junto a la chimenea para calentarce un poco,  quitándose la nieve que cubría su vestimenta. Bayne salió de su habitación descalza para no hacer ruido alguno, se miraron...  ella se acercó y él se hecho para atrás tirando un buro, no hablaron, él salió...

domingo, 8 de noviembre de 2009

Bayne I


Ésta es una historia simple, de desigualdad, de temor y de incomprensión. Empezará típicamente con el...        
Había una vez una pequeña, llamada Bayne, vivía con sus dos hermanos mayores y su padre... él había enviudado hacía algún tiempo. Bayne vivía cerca de un arroyo el cual crecía cuando las tormentas azotaban el lugar, era ya invierno y el arroyo se había congelado, un crudo invierno, digno de no salir de casa hasta la primavera; las  noches, se habían hecho más frías cada año que pasaba, noches oscuras y profundas, sileciosas, tétricas.
Una noche  Bayne sintió miedo cómo jamás había sentido,   la pequeña no sabía que era lo que le provocaba tal angustia, tenía un mal presentimiento... la congoja no la dejó siquiera dormitar durante la larga y helada noche. Casi al amanecer pudo oír un ruido, cómo si alguién husméara por su ventana, quisó voltear pero estaba demasiado asustada para hacerlo, sin embargo lo hizó, lentamente y temblorosa. Al voltear pudo ver un extraño humanoide qué le sonrreía tétricamente, ella sólo lo observó. Bayne y la criatura sólo pudieron abrir sus ojos en señal de mutuo asombro, por unos minutos sólo se miraron analizando la situación y valorando el peligro que corrían ambos al acercarse. Sin embrago el humanoide desertó primero y salió huyendo del lugar, inunndose en la espesa niebla de un amanecer frio de invierno.