Fotografía fea del cielo.

Desespera, se arrastra, los cielos rojos parecen ya tan ajenos, cuando antes solían ser míos, cuando solía guardarlos, creo que los guarde demasiado tiempo, ¿ahora cada que los miré serán ajenos?. ¿Que necesidad hay de mirar, que necesidad hay de leer?, ¿me pregunto si antes las cosas habrían sido menos duras?, ¿porque lo son ahora? la canción parece detenerse lentamente, aletargando el final, para que yo pueda seguir sintiendo esta melancolía.

Es qué tratar de conservar la calma ya no es fácil, tratar de decir que será mejor mañana ya no es tranquilizante es desesperante, tal vez olvide, tal vez eso me hace falta, mirar hacia cielos distintos  mas grises, mas como yo. Abalanzarme sobre si, ya no es opción.

Y, solo quiero salir y tomarlo, subirlo a los cerros y dejarlo ahí. El mejor amanecer de este año, los cerros iluminados como nunca los había visto. Solo debería decirlo.

Serie

me interesa descubrir lo oculto de las cosas, las historias, lo surrealista del los actos, quiero hacer una serie en donde me exponga totalmente, todo lo abstracto que no se descifra con el pensar sino con el actuar.

Hacer algo y no saber porque, ¿como explicar los pensamientos? simplemente se pasean por mi mente, basados en algún impulso nervioso, una imagen, o un hecho olvidado en mis recuerdos, imágenes doble expuestas, mal enfocadas, espontaneas. Cómo sueños o absurdos. 

1993

Por la calle siempre sobrevolando, me rodean los buitres, y me asusta ver como se alejan pues a pesar de todo me mantienen alerta cuando los deambulo por callejones oscuros.

A veces el tiempo es tan extraño, parece ir lento, parece que solo se va, parece que los amores permanecen, pero ellos también se van junto con el tiempo.

Dualidad, la especialidad de la casa.

Enferma, esa es la palabra que me define hoy. Mientras en mi enfermedad repasaba las ociosas publicaciones en facebook me topé con una foto de esa chica, su cara fue familiar, ya sabía que ella estaba involucrada en eso, pero ahora fue oficial. 

Un año antes nos encontramos en la universidad, yo buscaba desesperadamente un baño, así que corrí hasta ese edificio con escaleras en rampa y seguí corriendo hasta llegar al segundo piso, me detuve para ubicarme y su mirada me llamó, nos reconocimos, hacías tramites para entrar a la universidad, irónicamente yo quería salir huyendo de ahí. Cosa que meses después hice. 

No se porque, pero lo recordé al ver tu fotografía en esa fanpage. Después me entere que no fuiste aceptada, y digo, todo es extraño. 

Personas, todas tomando rumbos distintos, distintos a lo que yo llegué a creer, ahora puedo mostrarme escéptica respecto a mi futuro, pues jamás espere abandonar la universidad para cumplir uno de mis deseos caprichosos.

Luego volteo a ver y me encuentro con cabezas de aire, aire caliente, a las cuales da el sol y se desinflan. Parece que es verdad, eso que dicen... lo de ver a alguien de lejos, después conocer, y saber que no estabas equivocado, si, son idiotas. 

En fin, hay una gran amalgama de ideas rebosando en mi cerebro, ideas que no eh realizado y que no pienso dejar escapar hablando de ellas, pero simplemente se pasan los días y no las concreto, esos días que se han vuelto cortos y fácilmente narrables.

Hoy limpie el piso, él lo ensucia con su inarmonía.

Y la cruz de olvido interpretada por Chavela Vargas siempre será de lo mejor que pueda escuchar.

creo que nunca termino las historias. 

11:54 pm.

Adepto

I

El buitre cuida al humano, el buitre le canta melancolías a las nubes ensombreciendolas hasta el llanto, el humano le escucha atento. 

El buitre acepta la crueldad del mundo y participa en ella, el ciclo natural, lo que dicta el instinto, pero el humano es diferente ante sus ojos, por ser una criatura cambiante, capaz transformarse...

El buitre se posa sobre el tronco muerto de lo que un día fue un árbol, y le canta melodías a la luna, canciones que no recuerda haber aprendido jamas.

El humano es ciego, solo sigue la voz y los cantos del buitre que le dirigen desde su penumbra, y al encontrar de nuevo su guía se conserva junto a él. 

II

Esperando a que le cuente mas cuentos, el hombre se siente cómodo acogido bajo las alas del buitre, y espera que un día le ame y consiga un par de ojos para él, cual madre, y así ver el mundo por sí mismo, no necesitar más de las historias resquebrajadas de su protector.

Pero si el buitre llegara a amar al hombre sería un amor egoísta y celoso; jamás dejaría que el hombre se fuera de su lado, y mucho menos le daría un par de ojos. Los ojos son un bocadillo exquisito  y no dejará que tal cosa llegase a manos humanas.

El buitre ve al hombre con odio y temor, sabe que el su alma es un oscuro abismo, y profunda maldad habita en él, y le teme.

Y sigue contándole historias, y sigue guiándolo, sigue manteniéndolo ciego.




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