domingo, 22 de agosto de 2010

Hiroshima y Nevers

Mientras mi mente se enciende con el recuerdo, te olvido aquí y ahora.
Y ella muere, la pequeña.
Primero olvidaré tus ojos, poco a poco, desaparece en la escena ¿Sólo querías acostarte con ella? Y tu que decías ser diferente. Me sorprendió tu afán por parecer decente. 
Solo, te quedabas en las sombras contemplando su cuerpo, la mataste de amor. Te retorciste de rabia al ver como ese desconocido la contemplaba también, pero ella solo podía verte a ti, se mostró descortés. Ni siquiera prestaba atención al pobre hombre cual seductor vulgar trataba de iniciar una conversación.
No sabía que esa canción fuese tan vieja... imposible que no lo fuera... estás enamorado ¿Y tu pretendes olvidar? Y así llega el fin.

Pd: olvida la hieroscopia que practicas. 

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