jueves, 25 de febrero de 2010

Maldito seductor




Quiero bailar, aunque sea con unos pinches “embellecedores” encima.. qué me embriaguen la sangre y no dudar tanto como de costumbre. Dejarme condenar por mis tentaciones y demente por mis adicciones, que la lujuria me pierda.
Y la muerte alucine y tenga que entregarme, eso me hace falta, condenarme.
Y vivir de los labios de ese individuo. Caminar lejos y ser una extraña.
Vuelve a llamarme hoy porque tal vez mañana seré polvo y nada se detendrá.
Sólo un estado transitorio aquí y una eternidad por volar. Me escupió tal veneno que de lleno caigo al suelo y espero el amanecer, levitando en mi cuerpo, en mis adentros, sintiéndome frágil.



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