Tengo muchos nombres, y ninguno es verdadero.
le miro a los ojos y se que somos lo que necesitamos, somos el veneno mutuo esperado, dañino y placentero, dador y merecedor de locura e infantilismo. Sé que necesitamos hacernos daño para poder seguir. Ver florecer las plantas, ver caer el fruto, mantener la memoria fugaz de ese fruto.
Y sabes esto es porque hace mucho no podía decir estas cosas. hace mucho que no estaba así, hace mucho que no recordaba con lucidez el porque de mis temores infantiles, y es aún un misterio el motivo de esos colores y formas, es aún un misterio la forma en la que podía soportar.
Quisiera poder decirte que te fueras a la mierda... que yo aún sigo flotando en este mar cristalino, pero tal vez ya no querrás marcharte, y yo ya no querré tenerte. Y aparecer jamás en las fotos, dejar que se pierda esta parte de mi vida y ni siquiera yo recordarla, mantener las fotos del pasado.
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