Al mirar las cobras en el monte, dentro de esa fotografía blanco y negro, me hace recordar cosas que quizás nunca sucedieron, cosas que tal vez soñé, inventé... imaginé.. esa canción es un tanto exagerada para lo que quieres transmitir, o tal vez soy yo la que le teme a ese sonido tan fúnebre y veloz.
Cómo pretender salvar las almas de los demás, me burlo de mi cuando recuerdo mis fallidas luchas por cambiar las necedades de la gente, cómo pretender algo así, si ni siquiera puedo salvar la mía, sacarla de ese hoyo tan profundo y doloroso, es tan cruel.
Ahora suelo pasear por las calles, ahora puedo ver los rostros de los demás y saber con claridad que somos imperfectos y hermosos, horribles a la vez, saber que no tenemos salvación cómo tal me hace querer correr y disfrutar, amar.
Tantos días tratando de forzar las letras, tanto tiempo pensando que sólo había sido un momento, una coincidencia, y hoy, justo hoy... Saber que soy yo, saber que fue ésta depresión la qué me hizo quedarme atrás, la qué me provocó estos dolores y éstas sensaciones de desprecio ... duele reconocer que eh sido una estúpida, y qué eh desperdiciado tanto tiempo.
Ésta soy yo, con todo y sus absurdas penas, con todo y sus grandes deseos... y las cabras siguen en el monte con sus ojos lineales.. con sus ojos malvados, yo las observo... y quiero ir al monte.
Quiero respirar ese aire qué antes respiraba, quiero bailar con las sombras que antes bailaba, quiero matarme de felicidad.
Eh vuelto.