jueves, 5 de abril de 2012

Ojos de cabra.

Al mirar las cobras en el monte, dentro de esa fotografía blanco y negro, me hace recordar cosas que quizás nunca sucedieron, cosas que tal vez soñé, inventé... imaginé.. esa canción es un tanto exagerada para lo que quieres transmitir, o tal vez soy yo la que le teme a ese sonido tan fúnebre y veloz. 
mo pretender salvar las almas de los demás, me burlo de mi cuando recuerdo mis fallidas luchas por cambiar las necedades de la gente, cómo pretender algo así, si ni siquiera puedo salvar la mía, sacarla de ese hoyo tan profundo y doloroso, es tan cruel. 
Ahora suelo pasear por las calles, ahora puedo ver los rostros de los demás y saber con claridad que somos imperfectos y hermosos, horribles a la vez, saber que no tenemos salvación cómo tal me hace querer correr y disfrutar, amar. 
Tantos días tratando de forzar las letras, tanto tiempo pensando que sólo había sido un momento, una coincidencia, y hoy, justo hoy... Saber que soy yo, saber que fue ésta depresión la qué me hizo quedarme atrás, la qué me provocó estos dolores y éstas sensaciones de desprecio ... duele reconocer que eh sido una estúpida, y qué eh desperdiciado tanto tiempo. 
Ésta soy yo, con todo y sus absurdas penas, con todo y sus grandes deseos... y las cabras siguen en el monte con sus ojos lineales.. con sus ojos malvados, yo las observo... y quiero ir al monte. 
Quiero respirar ese aire qué antes respiraba, quiero bailar con las sombras que antes bailaba, quiero matarme de felicidad. 

Eh vuelto. 

lunes, 2 de abril de 2012

5312

Me preguntó: ¿por qué duermo todo el tiempo?, ¿por qué pienso en ti como el tiempo?, ¿y por qué me detengo y volteo para ver si viene trás de mi?, sabes ...  es porque quiero sentir su piel todo el tiempo, y porque idealizo, sabiendo que no existimos como tal... sabiendo que estamos lejos de ser lo qué deberiamos, de no queder cerrar los ojos por miedo a no despertar.


Modus vivendi

Hay tanta música, tantos sonidos desconocidos.. tantas canciones no escuchadas. Aunque mi voz se escucha distante estoy aquí, esa sensación perturbante de sentir la lejanía de mi espíritu, mi "psique" fuera del cuerpo. 
Esas sonrisas incoherentes, una sonrisa, una sonrisa es la mejor forma de desconcertarme, de aliviarme. 
Camino a diario, por el sol, por la luna, por las sombras y todo aquello que sea fluorescente ante mis ojos, sentir en los pies esa alegria. 
Esas pretensiones que me hacen reír, y a la vez envidiar la libertad y el descaro... mi cerebro aún encarcela emociones.