domingo, 19 de septiembre de 2010

"Cordelia mía"


Cordelia mía 

Hoy hay nubes grises en el cielo… nubes negras de tormenta que pareces casi negras cejas contraídas en el rostro apasionado del cielo. Los árboles del bosque se agitan cómo perseguidos por sueños inquietos que las atormentan. En el bosque te perdí de vista. Ahora te veo entre las plantas que se parecen a ti, pero que desaparecen apenas me acerco.
¿Por qué no quieres acercarte a mi, porque no quieres aparecer? Todo se confunde alrededor de mi, las líneas del bosque se tornan cada vez mas vagas; lo veo todo como sumergido en un mar de niebla del que surgen seres femeninos y que vuelven a hundirse en el; y todo se parecen a ti. Y aunque te busco, no te veo; pero me siento feliz porque hay algo que me recuerda tu persona. 
¿De donde proviene todo esto? ¿De la rica unida de tu ser o de la pobre complejidad del mío? Amarte, ¿no será amar un mundo?.

Tu Johannes 







lunes, 6 de septiembre de 2010

En el Velatorio..




-No querío ir... Ya han sido muchas muertes. - Pensé entre sueños. 

El día anterior me enteré de su muerte, no comprendí la gravedad del asunto, dejamos de frecuentarnos desde hace tiempo, se alejó, creció...
Mirando fotografías pude volver a ver su rostro adorable, el rostro de un niño. Hoy que lo vi en ese ataúd supe que había cambiado, fue una sensación parecida la que vino a mi, pero menos intensa que cuando ella murió. Sentí un profundo pesar, el hueco se abrió un poco más.
En la sala había tranquilidad, faltaron muchos familiares, recordé algunas cosas, pude ver que mi padre dejo salir algunas lagrimas, tal vez recordó esa sensación de muerte. Salí para tomar un poco de aire, no pensé que fuera a afectarme tanto, hacía tiempo que no había siquiera un intercambio de palabras entre él y yo, sentí un deja vú, los ojos de sus hermanos reflejaban mis sentimientos pasados, mientras caminaba pensaba en su post mortem, caminé muy lejos cómo por una hora. Me senté a mirar a la gente. No podía dejar de pensar en esa escena. A veces vienen a mi sus muertes y veo sus frágiles cuerpos, es frustrante verlos vivir y después llorar por ellos. 
Llegó Poncho, también crecí con él, pero nos hemos alejado, él tiene sus pensamientos y yo los míos, me tomó la mano y sonrió sutilmente, yo hice lo mismo, abrazo a mí tía Marisela estaba muy agobiada.
Tengo muchas fotografías con él, cuando éramos bebes, solían tomarnos fotos juntos nuestras madres, mi madre es su madrina y su madre es la mía. Me dolió verlo llorar, él tenia un lazo más cercano con Gerardo, se veían con regularidad.
Eh tenido letargos duraderos en estos días... hoy mi cabeza parecía estallar, ¿entenderlo? Aún no entiendo el pasado. 
Y otro pedazo de mi se quedo en un velatorio.