viernes, 6 de agosto de 2010

Sería más fácil la soledad...

Ahí estaba, en el lugar de siempre, pero esta vez era diferente.
Fumaba un cigarrillo... a pesar de que lo había olvidado ya. Se acercó a mi cuerpo, el alma ya no estaba presente en mi... nuestros ojos ya habían cambiado. Los años no son considerados; los nombres son olvidados y los amores enterrados.

-¿Qué haces tu aquí?
-Lo mismo que tu...

Al decir eso nos miramos a los ojos. Nunca olvidamos.
Debo alejarme, Porque me arrastras hacia el vacío... porqué no me amas y no te amo. Es inútil para nuestros deseos.


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